martes, 26 de febrero de 2019

El estado de los porches de las Monjas era lamentable a principios de 1.999, así como, el de la fachada del Convento de las Carmelitas. Las obras que se llevaron a cabo prácticamente supusieron hacer de nuevo los porches, no solamente en solería (se le puso un mallazo para evitar el levantamiento debido a las raíces de los naranjos), sino, en la construcción de bancos, instalación de papeleras y de los porches en si, y, como dije, el resanamiento y pintado de toda la fachada del Convento. Dos años antes de esto, en 1.997 instalé las farolas que tiene actualmente y que se pueden observar en las fotografías.



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